EL Gobierno de la Ciudad ha decidió reducir a algunos afortunados el recibo del agua, esa factura que se ha ido incrementando desproporcionadamente y de manera salvaje durante los últimos años con excusas tan variadas, como la incorporación del alcantarillado o la recogida de basura.
La selección de las personas a las que se les reducirá el recibo se ha hecho de la peor manera posible, dividiendo la ciudad en calles de primera y de segunda, incluso algunas de tercera, sin tener en cuenta ni niveles de renta ni cualquier razonamiento económico que valga, sencillamente se da por hecho que si vives en el Príncipe ganas poco, y si vives en el centro (según en que sitios) ganas mucho... en fin.
Sobra decir que semejante medida es populista, y lo único que pretende es conseguir el apoyo del principal partido de la oposición, y precursor de la medida, para sacar adelante un incremento de la presión fiscal sobre los ceutíes como nunca antes habíamos conocido. Y ya de paso, dar la apariencia de que éste Gobierno es muy bueno con los más desfavorecidos.
¡Pamplinas!, uno no puede sentarse el viernes delante de los medios de comunicación de la Ciudad, y decirnos que sus previsiones económicas estaban equivocadas (otra vez, y ya van 3 en poco más de un año) y por eso se ven obligados a tomar medidas para incrementar los ingresos y reducir los gastos, y a los dos días, el lunes, decir que renuncian, porque sí, a recaudar más de un millón de euros.
Porque es eso lo que ha pasado, el viernes el Presidente de la Ciudad nos emplazaba a todos a soportar que nos incremente el IPSI y el IAE, porque tiene que tapar el agujero de 70 millones de euros que tiene la Ciudad, y para eso pretende sacarnos algo más de 6 millones anuales a todos los ceutíes, y hoy, decide que le reducirá a unas 10.000 familias, el recibo del agua, entorno a 20 euros por factura de media, es decir, dejarán de recaudar algo más de un millón de euros al año, mientras nos pide a todos que paguemos una derrama de 6 millones. Así, por las buenas...
No sé que mente lucida ha decidido que es mejor aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos y las empresas, al tiempo que se reduce la recaudación por la vía de la bonificación. Pretenden dejar de recaudar más de un millón de euros, para que una familia disponga de una media de 10 euros más al mes, y al mismo tiempo, incrementan vete tú a saber que cantidad, los impuestos indirectos, los que paga todo el mundo, y el Impuesto sobre Actividades Económicas, es decir, el de las empresas, ese impuesto que los profesionales de nuestra ciudad abonan por el mero hecho de ejercer su actividad.
Estas son las medidas que se toman en una ciudad en la que hay una tasa de paro del 30%, medidas que castigan a las empresas y autónomos que desean llevar a cabo su actividad, al tiempo que incrementamos los impuestos que todos tendremos que pagar por la obtención de bienes y servicios... Ahí, con dos cojones, disminuimos los recursos de las empresas y reducimos el consumo, así es como se sale de una crisis. Nos han tomado a todos por gilipollas.
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