La Reforma de la Administración Local

D. Antonio Germán Beteta Barreda
Secretario de Estado de Adminsitraciones Públicas
Voy a procurar no ponerme demasiado pesado con este tema. Tema que sin  duda, dará hoy bastante que hablar entre los empleados públicos de todos los ayuntamientos de España por el impacto que tendrá sobre todos nosotros. En teoría, en el Consejo de Ministros de hoy se aprobará el anteproyecto de ley de esta reforma.

Sin entrar en detalles sobre lo que se espera de esta reforma, empezaré diciendo que a este país le hace falta una reforma de las Administraciones urgentemente, sin lugar a dudas uno de los grandes motores de la Crisis ha sido el despiporre que la mayoría de los Gobiernos han tenido durante estos últimos años. El superlativo derroche de los políticos en todos y cada uno de los escalones de la administración (y son cuatro) ha generado la enorme deuda que se cierne sobre todos nosotros. El problema es que no siempre las reformas que se necesitan son las que hacen nuestros políticos, y a las pruebas me remito, ni salimos de la crisis, ni creamos empleo, ni na’ de na’, a pesar de que llevamos una reforma tras otra en poco más de año y medio de legislatura. 

Como decía, es cierto que necesitamos una reforma de las estructuras de las Administraciones que las haga más ordenadas y eficientes, que busque la calidad y se centre en los ciudadanos, en los servicios que estos necesitan, que se esfuerce por ser cercana y accesible a todo el mundo, una administración en la que los trabajadores  vean recompensado su esfuerzo y su profesionalidad. Pero esto no es lo que quieren los Gobiernos, y nunca lo han querido, sean del color que sean. Ellos prefieren una administración en la que prime el favoritismo y los privilegios a los acólitos y mercenarios, una administración en la que se pueda mangonear a los empleados públicos, llevándolos de aquí para allá, en la que la temporalidad sea la tónica habitual, en la que un asesor tenga más poder que un funcionario del Grupo A, en la que nadie cuestione sus órdenes, una administración que les sirva a ellos en lugar de a los Ciudadanos, que es a quienes debe servir. Eso, sí, que sea baratita.

Pero es que en una administración baratita no se pueden colocar a los comisarios del régimen, esos que hacen lo que sea necesario por y para el poder, en lugar de por y para el pueblo.

Por eso, y a pesar de lo increíblemente necesaria que es esta reforma, mucho me temo que nos encontraremos con recortes para los mismos de siempre, para así poder mantener los privilegios y beneficios de los mismos de siempre… así que, como siempre.

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