El elefante encadenado

Fuente: Siempre Jueves
¿Nunca se lo han preguntado? Cómo es posible que un gigantesco animal de más de cuatro toneladas, preso de una simple cadena agarrada a una estaca clavada en el suelo, se quede inmóvil en lugar de escapar.

Se trata de una conducta aprendida, fruto de la frustración y del fracaso que han conseguido grabar en su mente que es imposible que se libere. Él no es consciente de su propia fuerza, de su tamaño, o de su capacidad para arrancar de cuajo esa estaca. 

Desde que era bien pequeño le apresaron con fuerza a esa estaca en el suelo, fueron muchos los intentos de liberarse, pero no era más que una cría y le fue imposible deshacerse de sus cadenas. Por mucho empeño que pusiera, aquella estaca no se movía. Esa frustración hizo que se rindiera, que dejara de intentarlo y que depusiera su esfuerzo porque para él era algo inútil.

Y así, el pequeño elefantito quedó preso de su propia fantasía, dentro de una cárcel que su propio cerebro había creado. Una simple cadena y una pequeña estaca que han conseguido que este todopoderoso animal se rinda y desista en su intento por ser libre.

Algo así es lo que le pasa a la sociedad, como si nos hubieran encadenado desde que nacemos aceptamos toda clase de tropelías del Gobierno de turno cuando somos mayores. Somos capaces de armar un jaleo terrible si se nos cuelan en una cola, si el coche de delante no emprende la marcha cuando está el semáforo en verde o si intentan cobrarnos de más, pero nos quedamos indiferentes ante los recortes de derechos, ante el fracaso escolar, el aumento salvaje del paro, las subidas de impuestos, la corrupción política, los derroches de dinero público... la lista sería interminable.

Los últimos Presupuestos Generales del Estado son la puntilla a una sociedad fustigada por la crisis que no ve la luz al final del túnel. Más recortes, más recortes y más recortes, eso es todo lo que el Gobierno tiene en la manga para remontar la situación. Más sufrimiento para las familias, más fractura entre clases, más paro, más frustración. 

Creo que la sociedad es un gran elefante encadenado a su propia desidia, somos incapaces de movernos, seguros de que hagamos lo que hagamos no podremos liberarnos de nuestras cadenas. Pero... y si lo intentamos.


Si siempre haces lo mismo, no puedes esperar resultados diferentes
Albert Einstein.

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