Este mes está siendo de locos, la prima de riesgo estrangulando a nuestro país, toda Europa pendiente de las medidas que tomamos, la banca arrastrándonos al fondo de la crisis, y sobre todo, una reforma laboral que revolotea en el ambiente y que machacará el mercado de trabajo tal y como lo conocemos.
Eso a nivel nacional, pero en Ceuta las condiciones no son mejores, incluso yo diría que están peor, recortes salariales a los empleados públicos, enfrentamientos a tres bandas entre Oposición, Sindicatos (algunos) y el Gobierno, la perspectiva de que empiecen a producirse despidos de un momento a otro entre los empleados municipales, la situación de la deuda de la Ciudad y muchas otras cosas más, porque estos son solo algunos de los muchos problemas que tiene la Ciudad, pero si los enumero todos me quedo sin espacio.
En medio de todo este caos, mientras todo esto está ocurriendo, nos hemos metido de lleno en el verano, con San Antonio, San Juan, la Eurocopa, muy pronto la feria... distracciones a granel para todo el mundo. Le viene de perlas a nuestros Gobernantes que todo esto se mezcle, como si estuviéramos en la antigua Roma, mientras nuestra sociedad retrocede a niveles de los años 30, y la ruina se cierne sobre nuestras cabezas, estamos distraídos con las importantísimas nimiedades que nos rodean.
Una paella, una pantalla gigante en el engendro arquitectónico de la Manzana del Revellín para ver a la selección, y unos cuantos fuegos artificiales, son suficientes para que nos olvidemos de todos nuestros problemas y nos demos cuenta de lo buenos que son nuestros dirigentes, a los que debemos agradecerles lo bien que lo están haciendo. Gracias por terminar de arruinar las maltrechas arcas de nuestra Ciudad en pamplinas que no sirven para nada. Ahora más que nunca deberíamos centrarnos en gastar con inteligencia, buscando el máximo rendimiento del poco dinero que tenemos, intentando que los esfuerzos que todos estamos realizando valgan para algo.
Pero en lugar de eso el dinero de todos se sigue tirando en el escaparate, en la mera apariencia de que “aquí no pasa nada”. Pues, en mi humilde opinión, y por suerte, creo que ya no somos esa sociedad inmadura que se conformaba con una corrida de toros y un bollo de pan, y tampoco nos conformaremos con un partido de fútbol y una paella, ahora queremos seriedad, queremos que se tomen decisiones de verdad, no el simple espectáculo. Pude bajar a la playa con mi familia la Noche de San Juan, y pude escuchar como muchas de las personas que nos rodeaban, muchas, comentaban que era innecesario esa ostentación pirotécnica... la gente se preguntaba “¿ya no hay crisis?... se podían haber gastado un poco menos”, este tipo de comentarios hace mucho que están por las calles, las criticas a una gestión de derroche sin sentido, que en otra época no molestaba a nadie pero que en momentos de crisis son sangrantes.
Evidentemente lo que todos estos comentarios están diciendo es que, ya está bien de alardear, ya no somos ricos (si es que alguna vez lo hemos sido) y ahora es cuando nuestros políticos deben demostrar que son los grandes gestores que creíamos que eran. Ya hemos visto lo fácil que ha sido gobernar con el talonario, ahora toca hacerlo con la cabeza, esperemos que esas cabezas no estén tan vacías como lo están las arcas de nuestras administraciones.
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