Hoy, leyendo una noticia en un medio nacional, (no recuerdo cual) he podido ver una serie de datos relacionados con los incrementos que se han producido en los precios desde que entró el euro en nuestras vidas.
Me resultó curioso ver como en estos diez años, en los que la moneda única nos ha acompañado, los precios de productos de primera necesidad, como el pan, la leche, las patatas o el arroz, se han incrementado en porcentajes que rayan la locura. En muchos casos los precios de estos productos han subido más de un 100%, dificultando a las familias la ardua tarea de poner la comida en la mesa cada día.
Un crecimiento como éste debía estar asociado a un incremento de las retribuciones, al menos de media, sin embargo, cual ha sido mi sorpresa cuando he descubierto que los sueldos en nuestro país desde la entrada del Euro tan solo han subido un 14% según un estudio realizado por el INE... sorprendente. Es decir, que la cesta de la compra de una familia media, metiendo productos de consumo habitual, nada de caviar ni champagne, ni langostas, se ha incrementado de media un 48%(tal como dice un estudio de la OCU) y nuestros sueldos se han revisado al alza de media un 14%... “manda huevos” (por cierto, el precio de los huevos se ha incrementado un 114%). Pero cómo no vamos a estar en crisis.
Eso respecto de lo más básico, la alimentación, pero no iba a ser distinto si hablamos del ocio, el transporte y demás actividad económica, que solo en el primer año de vida del Euro incrementaron sus precios entre un 6% y un 9%. En fin, de locos.
Del precio de la vivienda mejor ni hablar, ya se ha dicho todo lo que se podía decir y más. Pero para que nos entendamos y en pocas palabras, lo que nos ha pasado es que hemos intentado vender en Euros a quienes compraban en pesetas, por supuesto gracias al conocidísimo redondeo de veinte duros por un Euro. Semejante conducta irresponsable solo puede darse en nuestro país, donde estamos acostumbrados a la cultura del “pelotazo” y si te he visto no me acuerdo. Espero que algún día dejemos de ser unos catetos.
Y ahora le toca el turno a nuestra querida, chiquitita y marinera Ceuta, donde en estos días podemos observar como la actividad económica, propia de las fechas, está venida a menos. Desconozco cuales serán los datos de ventas que arroje el final de las navidades, antes del inicio de las rebajas, pero solo hace falta que nos demos una vuelta por las calles de nuestra ciudad para darnos cuenta de que están llenas de gente, mientras las tiendas (la mayoría) están vacías. Atrás quedaron las largas colas en las cajas de las tiendas durante las semanas previas a los reyes, y es que si en el resto de nuestro país los precios han subido a la velocidad del sonido, en nuestra ciudad lo han hecho a la velocidad de la luz.
Así, a día de hoy en nuestra ciudad, podemos encontrar productos que cuestan diez veces más que en la península (demostrado), pero como muchos de nuestros empresarios carecen de competencia directa en nuestra ciudad, aprovechan su exclusividad para exprimirnos hasta la última peseta. Luego oiremos a los comerciantes decir que los ciudadanos de Ceuta no gastan en la ciudad, y que cada vez es más habitual que los ceutíes salgan a la península o el país vecino para realizar sus compras... No, si te parece me quedo aquí mientras me robas metiéndome productos que normalmente costarían diez veces menos.
Bueno, por suerte, y aunque no se lo crean, sí que existen algunos bienes que han reducido sus precios en estos últimos años, éste es el caso de los productos relacionados con las nuevas tecnologías, DVDs, televisores planos, videocámaras, móviles, cámaras de fotos e incluso muchos electrodomésticos han bajado de precio en estos años de forma importante, desde un 4% hasta un impresionante 70% en algunos casos, buena noticia si en algún momento decidimos empezar a comer lavadoras y cámaras de fotos.
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