Algo huele a podrido en Ceuta

Y no me refiero al caso URBASER, que también, sino a que nuestras calles han comenzado a desprender un hedor que hacía mucho que no percibíamos.

Será el levante, será la ola de calor que nos asola, será que hace ya algún tiempo que la nueva empresa se hizo cargo de la limpieza de la Ciudad, será lo que quiera que sea, pero la realidad es que nuestra ciudad está cada vez más asquerosa, y se huele y se siente como en sus peores tiempos. Basura por todas partes, desperdicios, calles pringosas, orines y heces de animales (y de no animal). No creo que esta sea la marca de una de las Ciudades más limpias de España.

Dudo mucho que recibamos la escoba de oro o plata, y seguro que no recibimos la de platino, si acaso una de madera para que nos la pasemos de unos a otros y echemos una mano. Y no digo que la culpa la tengan los trabajadores de la empresa que se dedica a la limpieza, la nueva TRACE, que me consta que no la tienen. Quizá sea por el envite del Gobierno de la Ciudad que redujo drásticamente el presupuesto para el contrato, y esto puede haber provocado que la empresa no cuente con los medios técnicos y humanos que deberían, aunque tampoco podemos descartar que los responsables de la ejecución del contrato sean unos incompetentes, que todo puede ser.

Por si sí y por si no, la Ciudad está hecha un asco, tanto como hacía tiempo que no la veía, los contenedores están a rebosar durante todo el día, las papeleras bullen pestilentes efluvios y las zonas más transitadas están atestadas de desperdicios. Parques y zonas peatonales, céntricos o no céntricos, dan autentico y verdadero asco. Me sorprende que muchos padres permitan que sus hijos jueguen en ciertos parques infantiles y plazas, que a simple vista parecen un estercolero. Eso por no hablar de nuestras playas, dotadas de bonitas placas con la Q de calidad turística, cuando lo que tendrían que tener es la M de mierda abundante. Mierda que campa sus anchas por nuestra arena y nuestras aguas, no son pocas las veces que este año hemos podido ver mojones flotadores por las orillas de nuestras playas, así como vertidos de aguas de dudosa procedencia y aspecto fangoso. Como ven todo muy veraniego.

Y por último está el hedor, ese sucio y asqueroso tufo que desprende la Ciudad allá por donde vayas, una verdadera mezcla pestilente de guano y putrefacción de tal magnitud que puede saborearse. Es auténticamente repugnante transitar por ciertas calles en las que parece que hay cadáveres bajo las aceras, quizá sea por eso por lo que las levantan tan a menudo últimamente. Hace un par de días paseaba por una calle céntrica de la Ciudad, y mientras subía las escaleras de ésta, en plena Calle Real, pude contar hasta ocho orines de perro (o de humano) y varios montoncitos de heces. Todo esto, mezclado con el sofocante calor que golpea durante todo el día los contenedores llenos de basura, produce una mezcla nauseabunda que puede hacer hasta que te lloren los ojos.

Y voy a repetirlo por si acaso, no creo que tengan la culpa las personas que se dedican profesionalmente a limpiar nuestras calles, pienso que esta situación se debe más bien a la mezcla de varios factores. Por un lado la falta de previsión de nuestro Gobierno, que no ha sabido ver las necesidades reales de nuestra Ciudad y ha reducido el presupuesto más de lo que debía. Por otro lado, la incompetencia de la empresa (venga, vamos a dejarlo en inexperiencia) a la hora de acometer sus obligaciones con nuestra Ciudad. Da la sensación de que han intentado extrapolar sistemas válidos para otras Ciudades a la nuestra, gran error. Y por último y más importante, la falta absoluta de civismo que demuestran muchos de nuestros vecinos, quienes parece que les gusta vivir en la inmundicia, esos que no recogen sus cacas y las de sus mascotas, esos que lanzan bolsas de basura repletas desde sus casas (esto lo he visto con mis propios ojos) esos que no entienden que el suelo no es el lugar donde depositar sus desperdicios, esos que piensan que con cada papel que arrojan al suelo dan trabajo a alguien… Esos gilipollas.

Ojalá que algún día cale entre los ciudadanos de Ceuta, que no es necesario poner más trabajadores y maquinas limpiando nuestras calles, que en realidad no sería necesario pagar más por la limpieza de nuestras calles a ninguna empresa, porque la realidad es que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia.


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