En esas estamos. Constantemente nos encontramos con
personas que de una manera o de otra se dedican a criticar a los demás con el
único objetivo real de apartarlos de donde están para colocarse ellos.
Sin duda los casos más claros en los que podemos ver
esto se dan en la política, donde por apartar al adversario del sillón los
políticos son capaces de decir una cosa y la contraria en la misma frase. Famosos
son los casos en los que viene sucediendo esto, sobre todo ahora que el Gobierno
de la Nación está exhibiendo su política. Brevemente, repasamos: “No Vamos a
subir los impuestos…”, “no bajaremos el salario a los empleados públicos…”, “no
vamos a abaratar el despido, vamos a abaratar la contratación…” “Venimos a crear empleo…”, “la subida del IVA
es un sablazo de mal gobernante…”, “le meteré la tijera a todo menos a las
Pensiones (todavía hay tiempo), ni a
la sanidad, ni a la Educación…” ¡Vamos no me jodas, Mariano! ¡NO ME JODAS!
Todo para demostrar que todo es mentira, que lo
último que importa es el ciudadano y que lo principal en esta historia es
conseguir el poder, y después, mantenerlo a toda costa, caiga quien caiga.
Y a la carga viene el PSOE, agarrando una pancarta,
con la intención de rebañar los deshechos del Gobierno para ser los próximos
que nos mientan,… Esto no será una novedad, porque ya lo han hecho en el
pasado, y no dudo ni por un instante que lo volverán a hacer. Parece que la
alternancia política es más bien, la alternancia en la mentira, en la que con
independencia del color político de cada cual, se instalan nuestros gobernantes
y nos toman por gilipollas.
Hasta cuándo el populacho va a soportar que nos
traten de esa manera, que se burlen de nosotros, que crean que nuestra memoria
no dura más de tres años, y que pueden ningunearnos, hasta cuándo van a tener impunidad
para hacer y deshacer lo que les da la real
gana a costa de los ciudadanos…
… Pues hasta que nos demos cuenta de que están ahí
para servirnos a nosotros y no al contrario.
“No hay árbol
bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. Cada
árbol se conoce por su fruto”
Lucas 6: 43
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