Consumismo o Ahorro

Muchos han sido los que nos han invitado a consumir lo máximo posible para lograr la salida de la crisis, incluso miembros del Gobierno con el presidente a la cabeza, nos insistían en que era el momento de consumir.


Parece de Sentido Común, que en tiempos de crisis, se incentive el consumo, claro, si gastamos más, las empresas tendrán más ingresos, la demanda de productos aumentará, los empresarios entonces, tendrán que producir más, contratarán a más gente, y suma y sigue, y... Tachan!! hemos salido de la crisis. Pero, esperad un momento, vamos a verlo un poco más despacio. 





Ya hace varios años que se lanzaron esos mensajes animándonos a consumir, sin embargo parece bastante obvio que no ha servido de nada, ahí están los más de 5 millones de parados y las cientos de miles de empresas cerradas en nuestro país.
Que raro, pero si es de sentido común. Pues sí, y a lo mejor resulta que ese es el problema. Hace unos meses oía a un prestigioso Catedrático de Economía decir que "en economía no se debe aplicar el sentido común", vaya por Dios, mal empezamos entonces. Pero ¿por qué?, Muy sencillo, el sentido común suele ser la herramienta de los que no saben que hacer, cuando uno no sabe lo suficiente sobre algo, piensa un poco, y acaba diciendo: "haré esto, es de sentido común". Muy mal, en economía, al menos a esos niveles, los políticos deberían saber muy bien lo que hacen y estar lo suficientemente bien asesorados e informados como para no tener que echar mano del sentido común. Bueno, en realidad deberían hacerlo así con todo, y no solo en economía.
Humm!, acabo de caer en la cuenta, el dinero que el banco le presta a mi empresa para comprar materias primas, mejorar las técnicas de producción o incluso a veces, para pagar mi nómina, el dinero que le presta el banco a mi vecino para comprarse un coche nuevo, para cambiar la cocina o las reformas de la casa, ese dinero, no es del banco, es de una gente que tiene sus ahorros en ese banco, y si incitamos a esa gente a que gaste y gaste sin parar, el banco se quedará sin dinero, entonces mi empresa no podrá hacer nada de todo eso, así que al final acabará cerrando y yo en el paro, y no podré pagar los estudios de mis hijos, ni el préstamo del coche, ni la hipoteca ni.... caída en picado. Y mi vecino no se comprará un coche, ni reformará la casa, ni cambiará la cocina... otros caen en picado.
Además, por suerte o por desgracia, la economía no parece funcionar así. Veamos qué sucedió cuando todos empiezan a consumir sin control, como por ejemplo en el caso de la burbuja inmobiliaria. Muy fácil, aumentó la demanda de un producto y aumentaron los precios, cuando todo el mundo quiere algo, ese algo aumenta de precio. Si esto lo aplicamos en todos los ámbitos de la vida porque nos han dicho que para salir de la crisis lo mejor es consumir y consumir sin parar, y además le sumamos las grandes cantidades de liquidez que el Banco Central Europeo inyectó en nuestro país... Tachan!! inflación, o lo que es lo mismo, más subida de precios, encarecimiento de la vida y por tanto, más hundimiento en la crisis. En el caso de la burbuja inmobiliaria, por supuesto que se aumentó la producción y se contrató a muchísima gente que gano mucho dinero, pero qué ha pasado con toda esa gente y con todos esos productos.
Desde un tiempo a esta parte, todos nosotros, incluidos empresas, gobiernos e incluso bancos y cajas, hemos estado gastando lo que aun no teníamos, es decir, pedimos dinero a un tercero, este nos lo presta y con ese dinero, que devolveremos poco a poco, adquirimos bienes. Esto no es nada nuevo, se ha hecho así desde hace muchísimo tiempo. Pero el problema viene cuando para subsistir dependemos de esos prestamos, y es a través del endeudamiento como conseguimos sacar a flote nuestra empresa o nuestra familia, porque algún día no podremos acudir al endeudamiento, bien por falta de liquidez de los bancos y cajas, quienes también tienen que devolver el dinero que les prestaron, o bien porque sencillamente el interés al que nos lo prestan no lo podemos pagar.
En lugar de lanzar mensajes consumistas que lo único que consiguieron fue hundirnos más en la crisis, el mensaje debería haber sido el contrario, el del ahorro al máximo de nuestras posibilidades, ya que de ese modo los bancos y cajas habrían dispuesto de liquidez para poder continuar con los prestamos a empresas y familias, y además habríamos controlado las subidas de precios descontroladas. No olvidemos algo importante, es posible que una familia no ahorre ni un euro, pero es imposible no consuma absolutamente nada, por lo que deberíamos intentar asegurar el ahorro, ya que el consumo siempre está asegurado. Pero bueno, aun estamos a tiempo de aprender de nuestros errores.

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