Hace pocos días el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Don Cristobal Montoro, decía que “los funcionarios tienen que ganarse el puesto de trabajo”.
Parece mentira que la persona que está al frente de la cartera de las Administraciones Públicas de nuestro país tenga el morro de decir algo así y quedarse tan a gusto. Ya han empezado otra vez los políticos a desprestigiar a los empleados públicos. Como ya sucediera en el año 2010, cuando se produjo el mayor recorte de derechos laborales en las Administraciones Públicas que nunca se haya conocido, la clase política vuelve a arremeter contra los funcionarios, intentando hacernos responsables de la crisis que ellos o gente como ellos han provocado.
Con estas palabras el señor Ministro, lo único que pretende es dar a entender que los funcionarios no dan un palo al agua, y que después de haber sacado una oposición no son productivos. Que se lo diga a los policías o guardias civiles que luchan contra la delincuencia, a los médicos que tienen los hospitales y salas de urgencias a reventar, a lo Militares destinados en zonas de conflicto lejos de sus familias y amigos, a los maestros con clases masificadas, etcétera, etcétera, etcétera. Que se lo diga a todos ellos, a ver si no se ganan el puesto cada día y cada segundo de sus vidas.
Me da la sensación de que ese mito de que los funcionarios han entrado todos enchufados, o que se pegan todo el día tomando café o de compras, es un virus que intentan extender los políticos, sean del color que sean, entre la ciudadanía, para utilizarlo como excusa para humillar a los funcionarios y de ese modo poder darles un buen palo en la nuca y dejarnos tiesos.
Al más puro estilo terrorista, la campaña de descrédito contra los empleados públicos crea la sensación en la sociedad de que somos escoria, que merecemos que nos rebajen el sueldo, nos aumenten la jornada laboral y que se nos recorten todos los derechos laborales posibles, y si pueden echarnos a todos a la calle, mejor. De este modo, cuando estas medidas se aplican, los ciudadanos dicen, “os lo merecéis, por vagos y enchufaos, más os tenían que haber quitado”.
Muy bien, el trabajo está hecho, enhorabuena, después de años preparando una oposición, de una congelación salarial tras otra, de perdida de poder adquisitivo porque el sueldo de los empleados públicos sube por debajo del IPC, después de años de servicio público y de aguantar que una y otra vez se nos insulte y falte al respeto, nos merecemos que nos rebajen el sueldo cada vez que le venga en gana al político de turno, y que nos quiten cualquier derecho laboral que hayamos conseguido.
Es innegable que como en todas partes, existen personas que no responden al ritmo de trabajo que deberían, pero para solucionar ese problema existen los mecanismos sancionadores correspondientes, llegando incluso a poder ser expulsados de la Función Pública, los funcionarios, al contrario de lo que opina la gente, no somos intocables, ni podemos hacer lo que nos dé la gana, nos debemos a unas normas como cualquier otro trabajador, y sobre todo, nos debemos a la ciudadanía.
Por lo que sé, el Señor Montoro, es Catedrático de la Universidad de Madrid, luego, es un empleado público, quizá él, diga este tipo de cosas porque es uno de esos pocos que entró enchufao, se pasaba horas sin dar un palo al agua, y a las primeras de cambio se escaqueaba. No sé, hablará por experiencia propia.
Sólo decirle al señor montoro, que eso de una vez sacada la plaza, es todo meterse las manos en los bolsillos, es lo que habra hecho él desde que consiguió la suya.Porque sepa señor mío que yo,(como todos mis compañeros)nos hemos sacado una plaza despues de años de estudio y de opositar una vez tras otra, y que no trabajamos ni mas ni menos que nadie,sólo trabajamos y nos ganamos el pan como cualquier trabajador.
ResponderEliminarY de paso invitarle a que viva con unos meses con 1200 euros y el sueldo congelado durante cuatro años